Seleccionar y mantener la calidad de los productos en tu negocio de hostelería es fundamental para asegurar la salud en los consumidores y, además, garantizar la reputación del negocio. ¿Cómo se debe realizar?
Cómo mantener la calidad de los productos en hostelería
En cualquier negocio de hostelería es importante garantizar a los clientes seguridad en cada una de las elaboraciones que van a tomar. Por eso, es muy importante controlar el estado de las materias primas en todo momento y el proceso al que las vamos a someter, así como el resultado.
¿Qué ley hay que seguir en todo este proceso? El Reglamento (CE) núm. 852/20024 del Parlamento europeo y del Consejo de 29 de abril de 2004 marcan las pautas siguiendo el método APPCC (Análisis de peligros y Puntos de Control Críticos). Este método resulta no solo obligatorio, sino imprescindible en todos los negocios de hostelería. ¿En qué consiste exactamente? Lleva a cabo una serie de acciones para asegurar la calidad del alimento y del plato final.
Entre las medidas que contempla el APPCC se encuentran el plan de control de aguas, programas de formación continuada para los trabajadores, un programa de limpieza de locales, el control de plagas, la trazabilidad de los alimentos, el control de temperaturas en interiores y en exteriores, evaluación de peligros y riesgos, medidas correctoras y registro de datos de todo lo que se ha realizado.
Es importante que todo este proceso sea controlado por un equipo de profesionales que, además, guíen al personal de hostelería.
¿Qué se evita con el control y correcta manipulación de los alimentos?
El control y la correcta manipulación de alimentos conlleva una gran cantidad de beneficios para los negocios de hostelería:
- Se evitan problemas de salud.
- Mejora de la economía del negocio.
- Mejora de la reputación del negocio.
¿Qué pasos debemos seguir para mantener la calidad de los productos?
Para que los alimentos se conserven en perfecto estado es importante:
- Almacenarlos correctamente, según las indicaciones que marque la etiqueta del producto. La temperatura para los alimentos refrigerados tiene que ser de 8º C y para los congelados de – 18º C. Además, los alimentos frescos deben estar separados dentro del frigorífico.
- En cuanto a los productos congelados, se deben comprar siempre en el último momento, trasladarlos en bolsas refrigeradas y guardarlos nada más llegar al establecimiento.
- No se deben descongelar los alimentos a temperatura ambiente. Siempre hay que pasarlos del congelador a la parte baja de la nevera.
- Las frutas y verduras se deben desinfectar con productos específicamente indicados para ello.
- En cuanto al cocinado, este debe ser a altas temperaturas, sobre todo, en el caso de la carne y la verdura.
- Para limpiar las superficies, primero hay que retirar todos los alimentos y guardarlos en su lugar de almacenamiento indicado. Después, hay que enjuagar los utensilios con agua caliente por encima de los 80 grados. Se debe utilizar desengrasantes para el suelo y desinfectantes especialmente indicados para acero. Y para las tablas de cortar y repisas donde se manipulen alimentos, productos específicos que no los intoxiquen.
- Para evitar la contaminación cruzada, hay que lavar las manos cada vez que se manipulen alimentos frescos. Además, estos no pueden estar junto a los cocinados. Además, hay que cocinar los alimentos por encima de los 75 °C.
- Controlar cualquier problema que pueda surgir en el establecimiento: plagas de insectos, aguas en mal estado, limpieza general, etc. con los profesionales correspondientes.
Ahora que ya sabes cómo mantener la calidad de los productos en tu negocio de hostelería, es importante llevarlo a cabo para evitar cualquier problema. En Toni Negre somos tu mejor aliado y te asesoraremos en todo lo que necesites.
