Navidad es sinónimo de familia, celebración, de sentarnos alrededor de una buena mesa y disfrutar juntos de un menú especial. La gastronomía se ha convertido en uno de los protagonistas de estas fiestas, como símbolo de bienestar y prosperidad.
A la hora de preparar una propuesta de menú para estos días tan señalados, podemos hacer diferentes planteamientos según el púbico al que queramos dirigirnos. La primera opción estaría enfocada a un público familiar, basada en gastronomía típica de navidad. Constaría de unos entrantes breves a modo de aperitivo para luego pasar a un clásico navideño, el marisco. A la plancha, hervido o pasado por la sartén, el marisco es sinónimo de fiesta y lujo. Le seguiría una carne de calidad, cordero, pavo o solomillo de ternera, al horno con una sabrosa salsa y guarnición. Y por último e importantísimo estos días, tendríamos como postre los dulces típicos de navidad, turrón, mazapán, frutas escarchadas, mantecados y chocolates.
Una propuesta diferente y que estaría muy en sintonía con las tendencias actuales sería un menú de navidad vegetariano, que no por carecer de mariscos o carnes será menos delicioso. Para empezar, unos entrantes como por ejemplo falafel de habas con salsa de yogur y menta, hojaldres rellenos de alcachofas y ajos tiernos o plumcake de peras y queso stilton. De primero, tendríamos una crema de setas con crujientes de parmesano, un sabor invernal y un plato reconfortante para compensar los días fríos. Como plato principal, pastel de verduras con una salsa especial a base de nata y trufa. Y de postre, una alternativa a la repostería tradicional navideña podrían ser pastas caseras elaboradas con almendras y miel o jugosas tortas de calabaza con crema de leche merengada.
Un menú que también puede ser muy interesante y que aportaría una visión diferente de la navidad sería una propuesta a base de gastronomía internacional navideña. Escogeríamos de entre los platos típicos de navidad de diferentes países, aquellos que más nos gusten para elaborar un menú cosmopolita y distinto. Por ejemplo, con los entrantes podríamos tener a Francia, con sus ostras y a Grecia, con dolmades, hojas de parra rellenas de arroz y que se acompañan de satziki, una salsa de pepino y yogur. El primer plato correría a cargo de Italia con una sabrosa sopa de caldo con pasta. El plato principal podría venir del Reino Unido, un solomillo Wellington sería perfecto. Para terminar, para los más clásicos y desde Estados Unidos, el Chritsmas Pudding.
Para una Nochevieja, una opción divertida sería un menú afrodisíaco, con un cóctel de mariscos y aguacate, seguido de una crema de ostras al jengibre. Y como postre, un surtido de dulces como por ejemplo mousse de chocolate y café, tarta de higos a la canela o cremoso de vainilla.
En Toni Negre llevamos veinte años distribuyendo lo mejor de la gastronomía. Alimentos frescos, congelados y refrigerados con la mejor calidad y un servicio ágil y rápido. Esta navidad y como siempre, estaremos al lado de nuestros clientes, aportando nuestro granito de arena para que sus menús sean un éxito.